Pero... el público de los concursos, ¿va drogado?

No, tranquilos, no soy uno de esos culturetas que dicen no tener televisión en casa como muestra de su vastísima cultura, no. Yo tengo cinco.

Cinco, sí; pero no las uso para ver la programación al uso sino que tiro mucho de DVD, sobre todo, películas y series. No veo la tele, amigos, por dos motivos: uno, que no tengo tiempo, y dos, que todo lo que ponen son bodrios. 

Excepto los Simpsons, claro.

Pero a pesar de todo, a veces, mientras que zapeo durante la cena, me encuentro con concursos como "La Ruleta de las letras", "Pasafortuna" o "Cifras y palabras". No lo soporto.

Y cuando veo estos concursos me acojono, lo confieso. 

Porque, el público que asiste a ellos, ¿va drogado?

Y sí, sé que les dan 30 pavos y un bocadillo y que muchos, en estos tiempos inciertos que corren, se ganan así la vida, trampeando. Aunque todo tiene un límite, la dignidad tiene un precio y  por Dios que esto ya no es normal.

No sólo animan, soplan a a los concursantes o se carcajean cuando toca, no, es que incluso bailan, cantan y corean cánticos como si fueran ultras: ¡ a por ellos...oeh... a por ellos...oeh!

Van drogados, fijo. O eso o los regidores asustan más que Hitler, que también puede ser.

Algo les ponen en las coca colas porque a mí esto no me parece lógico.

Qué entrega, qué participación y qué falta de sentido del ridículo. Ya quisieran  algo así los del PP o los del PSOE, porque el público televisivo, entusiasta, grita y jalea más que los asistentes a una "manifa" de los obispos o del doctor Montes. Os invito a que, cuando aparezca un concurso de estos en la pantalla, prestéis unos segundos de atención al público.

Lo dicho, "endrogaos perdidos".