LA IZQUIERDA CAVIAR

Sí, lo sé, son dos términos antitéticos pero en los últimos veinte años de la historia de este país, una auténtica panda de vividores han hecho posible su maridaje.

Siempre pensé que no se podía ser comunista y millonario, aunque hay quien decía que sí y que esta afirmación era una simplificación absurda del asunto. ¿Quién lo decía? Pues ellos, los que son millonarios y tienen la jeta de declararse de izquierdas. Es algo así como declararse ecologista y llevar un coche diesel ( los hay a millones), ser cura y satanista en tu tiempo libre o declararse judío y además afiliarse al partido nazi.

La izquierda que yo asumía era aquella que, en principio, se enfrentaba al poderoso y defendía al más débil, pero esta “izquierda caviar” nacida al amparo del PSOE no se corta un pelo a la hora de tirar del estado, el primo de zumosol, para reclamar pasta a un concierto benéfico para niños ciegos o extorsionar a un pobre peluquero catalán por cometer el gravísimo delito de ¡poner la radio en su local!

Han perdido la cabeza y se han convertido en aquello que criticaban, tienen el poder y lo ejercen. El pistoletazo de salida fue aquella gala de los Goya en que levantaron la bandera del NO A LA GUERRA y bien que nos lo están haciendo pagar. En aquellos días trabajaba yo en el sindicato y asistía a las manifestaciones contra la guerra de Irak (como casi todo el mundo).

Era curioso pero los organizadores se quejaban amargamente de que el PSOE no se sumaba al negocio, de hecho, incluso se insinuaba que era porque González había enviado tropas de reemplazo a Irak y que eran cuasi lo mismo que el PP. Hasta que los artistas les demostraron que ahí había tomate, tajada. Entonces el PSOE se apuntó al carro de las manifestaciones y lo demás es historia de España.

Encima, estos jetas, no se cortan un pelo. Un tipejo como Roures, rico, riquísimo, y que no se corta a la hora de despedir gente, tiene los santos cojones de declararse maoísta. Bosé, un niño bien pasado de rosca que en su puta vida ha sabido lo que es currar, tiene la cachaza de declararse “rojo y millonario” y cuenta que cuando ve a manteros avisa a la policía para que detengan a los pobres negritos. ¿Quién es el desfavorecido y quién el opresor?

La nómina es larga, los Víctor Manuel-Ana Belén, mi antaño admirado Serrat o los Ramoncines y Willys Toledos. LaVirgen, qué tropa:

Estos tíos no son de izquierdas, se lo están llevando crudo del dinerito de los impuestos de los pobres trabajadores y siguen en el machito ejerciendo el poder con desparpajo, yo diría que incluso con cierto exhibicionismo, demostrando que aquí mandan ellos.

ZP se equivoca; ni su apoyo es tan imprescindible ni reporta beneficios. Es más, la gente de la calle está hasta las pelotas de estos tíos que no son la izquierda. Son los nenes de papá de toda la vida, muchos ellos hijos de altos cargos franquistas que tiraron de los buenos contactos de papá para hacerse un huequito en el mundo del artisteo y que han renovado el discurso tras descubrir una nueva fe: la izquierda caviar. ¡Qué asco! Amigos, otra izquierda es posible.