GUERRA CIVIL MEDIÁTICA

Hay una fábula que cuenta que un día un escorpión le pidió a una rana que le cruzara el río y ésta se negó porque pensaba que el escorpión podía picarle. Éste le dijo que aquello no era lógico pues se ahogarían los dos y la rana, convencida, accedió a pasarle al otro lado. Cuando iban por la mitad del curso el escorpión le clavó el aguijón y justo antes de hundirse los dos, cuando la rana le pidió explicaciones le dijo: “que quieres, está en mi naturaleza”.

Zp acaba de despachar a su enésima víctima: el grupo PRISA.

La alegre inconsciencia de este hombre me causa miedo, lo confieso. Es para mí como si un mono armado con una gillete me afeitara a diario. Escalofriante.

Siempre he creído que es posible otra izquierda a la que este hombre puso de moda hace seis años, pero ahora me ratifico en ello. Cuando hablo con mis amigos que siguen creyendo en el personaje les digo que ZP es peligrosísimo para el propio PSOE, no sólo para el estado o la mayoría de los ciudadanos. Les profetizo que este hombre dejará a un partido con más de cien años de historia hecho un solar sencillamente porque no está preparado para liderarlo.

Mirad la última: acaba de iniciar una guerra civil mediática en el seno de la izquierda de consecuencias imprevisibles. ¿Por qué?

Desde el primer momento, tras ganar las elecciones, inició movimientos para crear un lobby mediático que sustituyera a PRISA. ¿Acaso alguien ha servido más fielmente al partido que el grupo del fallecido Polanco? Nadie, ni el más acérrimo, niega que el grupo al que pertenecen la SER y EL PAÍS tuvo un papel fundamental para que este hombre ganara la presidencia. ¿Hubiera podido Zp ganar sus primeras elecciones sin el apoyo de PRISA?

Rotundamente, no.

Y ha ido a por ellos, apoyando, creando un complejo con “la basketball people” al que ha favorecido a tope, pese a que con ello colocaba al grupo PRISA en una situación insostenible con la guerra del fútbol, endeudado y acosado por sus acreedores al tener que competir por unos derechos elevadísimos para poder enfrentarse a Mediapro, la Sexta etc….

Es de bien nacidos ser agradecidos pero ZP fue a por ellos, porque sabe que Cebrián y Felipe González no le respetan, porque no se siente seguro frente a gente más preparada y porque quería una guardia pretoriana mediática. Esta semana PRISA ha recibido el golpe de gracia.

¿Qué pueden hacer ahora? ¿Criticar a Zp por sus múltiples incompetencias, por su ausencia de proyecto, por su mala política económica…? PRISA no puede, pese al incendiario editorial con que se ha despachado Cebrián, cambiar de orientación. EL PAÍS y la SER no pueden dar un giro de 180º que sus seguidores no les perdonarían y por otra parte ése es su único poder para devolver el golpe al presidente. Están en un callejón sin salida. Jaque mate de Zp.

¿Morirá PRISA matando o morirá muriendo? ¿Qué consecuencias va a tener esto sobre la izquierda? ¿Acaso ha pensado ZP en el alcance de esta puñalada trapera?

¿No es de bien nacido ser agradecido? Pues éste no lo es, está en su naturaleza….