CORDURA GAY
Al fin. Al fin comenzamos a ver manifestaciones que proceden de influyentes miembros del colectivo gay que van en la línea correcta. Hemos vivido unos años en que hemos visto que junto a un ascenso impresionante de dicho lobby en influencia y poder, aparecían ciertos individuos que en nada beneficiaban a la imagen de un colectivo por el que siento un cariño y una admiración especial. Parece que, al fin, estamos llegando a un sosiego, que comenzamos a ver que ser gay no es algo malo- como ocurría con el franquismo- pero que tampoco da puntos. Lo que cada uno haga en su intimidad, o lo que le guste en la cama, no le hace mejor ni peor persona.
Esta semana se han producido dos declaraciones que me agradan mucho: una, una entrevista en la que Jesús Vázquez habla de este tema sin tapujos, con gracia y con mucha cabeza. Creo que siempre ha sido un tío majísimo y a las pruebas me remito. Bien.
Otra, al fin Boris Izaguirre parece reconocer que todas esas mamarrachadas que ha hecho durante años han perjudicado gravemente la imagen del colectivo. Esto me parece importante. Tras años, ¡qué coño años!, siglos de represión, hemos pasado por una etapa que quizá era necesaria. Una etapa de cierto exhibicionismo, de alarde, de excesiva celebración por el hecho de que la sociedad comenzara a aceptar que hay hombres a los que les gustan los hombres y mujeres que aman a otras mujeres. En esta etapa ha habido muchos freaks que se han subido al carro asumiendo el papel de “maricona loca” y dando el cante en programas de telebasura.
Parece ser (según me dicen) que los colectivos gays le han dado el toque a tipos como Izaguirre (que de tonto no tiene un pelo) y comenzamos a ver que las cosas vuelven a lo suyo. Que ser gay o hetero no es algo que te capacite para un trabajo, ni que justifique que te estigmaticen.
En estos años hemos visto casos como el Marlaska o Saavedra que currando con seriedad y sin esconderse por su orientación sexual, han trabajado duro y han ganado mucho respeto para el colectivo. Me alegra que las cosas vayan acercándose a como siempre debieron ser. Los niños de la edad de mi hija no le dan ninguna importancia al tema y aceptan la homosexualidad como un hecho nada extraordinario, natural. Han nacido ya, en una sociedad mejor.
Comentarios
Lo que me da por un lado pena, por otro alegría, es que 70 años después las nuevas generaciones sigan enfangadas con guerras civiles pero al menos los niños de ahora ya ven como algo que no llama a escándalo la homosexualidad.
Hace poco un amigo venía a mi casa de visita con su sobrino (unos 8 años) y me cuenta divertido mientras le señala con la cabeza "pues dice que tiene novio" y le pregunto al niño "¿es verdad eso? ¿tienes novio?" y como lo más normal del mundo me dice mientras sigue jugando "novio no... que me gusta".
Pues eso.
Lo malo no es que Ricky Martin salga o deje de salir, lo malo es comentarlo como si hubiera descubierto la cura del cáncer. ¿Importaría saber que usa gayumbos de lunares Garzón? O mejor dicho ¿Cómo podría afectarme a mí eso? ¿Qué importancia tiene?
Con lo de los gays, siempre digo dos cosas: en mi próxima vida quiero ser uno, porque al menos mi pareja sabría lo que quiere ( que me perdonen las mujeres, si quieren, me da igual )
La segunda cosa es, que el tema gay y el vampirismo son idñenticos. El temor reverencial que se les tiene es, que quién probó (fue mordido el cuello) de vuelve uno de ellos, deseoso de carne fresca. Ese es el kid, para mí, sin duda, del morbo-rechazo que causan. Irracional, pues dado el caso que no gustara después de probar, pues una droga nueva, y encima, unido a la cosa primera, pues sabríamos en dos segundos si toca cine o teatro, permanente o alisado.
Hay una tercera cosa que no cito por larga, aunque es la base para sostener las otras dos.
Si al final todo toma el cauce que debe.
Si hablas de "mal llamada homosexualidad" ¿cómo deberíamos llamarla?
Lo del cura y Carmen de Mairena no termino de pillarlo tampoco, imagino que será por diferencias en nuestros referentes culturales y morales.