ENFERMAR CUESTA DINERO
¿Recuerdan ustedes aquellas épocas en que si un
trabajador, un minero o un albañil se ponían enfermos no entraba el jornal en su
casa? Suena a Dickens, ¿verdad?, pues no. Murcia 2013. Mi compañera Ana Garrido
padece Esclerosis Múltiple R. R. (Remitente Recidivante), que no es ninguna
tontería: una enfermedad grave y degenerativa que la ha llevado a cursar baja
desde el 3 de diciembre pues tiene problemas de visión y de movilidad. Como tras
el tercer día de baja- con estas nuevas prácticas que nuestros sindicatos no han
frenado- cobras un 50 % menos y luego, a partir del día 21, un 25%; pues en la primera nómina tras
la baja le soplaron 500 euracos. Ojo, que no le van a reembolsar porque la suya
no es enfermedad profesional, ni cáncer ni una operación. A partir de ahí, Ana ,
está en una situación económica comprometida, pues la parte de la nómina que
debe ingresarle MUFACE le llega con un mes de retraso porque desde la Consejería
de Educación se encargan de que las órdenes de pago salgan con el consabido retraso.
Vamos, que cobra unos 1200 pavos de su sueldo un mes después de cuando tocaba. ¿Es justo que
una profesora que sólo ha cursado tres bajas en su vida laboral con veinte de
grave enfermedad a la espalda pase por esto? Pues no. Y una vez visto el caso de
Ana; si actúan así en un caso grave ¿qué no están haciendo con las bajas más
leves? Así están las cosas: gente con depresiones aguantando el tirón, otros currando con diarrea mientras que aprietan el culo o los más arrastrándose por ahí con una gripe mala malísima. Ponerse malo cuesta dinero. Lo
dicho, de Dickens.
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