Orweliano de cemento "armao"

 

Orweliano de cemento armado

Orwelliano: dícese  del control de la cultura popular a nivel linguístico, tradicional, político y, sobre todo, histórico. En 1984, Orwell, nos muestra cómo Oceanía, el estado totalitario donde vive el protagonista, reescribe constantemente la historia a través del Ministerio de la Verdad, para dejar claro que el partido nunca se equivoca. De esa manera nunca cambiaron las alianzas con las otras dos potencias, Eurasia y Asia Oriental, nunca se tomaron medidas equivocadas sobre la producción y los dirigentes, siempre, siempre, siempre acertaron en las decisiones que tomaron en el pasado.

El pasado. En esta era de políticos narcisistas y caraduras, hemos comprobado cómo muchos de ellos pretenden evitar que sus errores pasados les pasen factura negando haberlos cometido. Recuerdo por ejemplo a Cifuentes un par de años antes de la Pandemia, decir que lo del 8M era una parida, delante de las cámaras, para 48 horas después, declarar su apoyo total a dicha movilización a la que, cómo no, pensaba asistir. Y se queda tan fresca. Y ninguno de los asistentes a la rueda de prensa le recordó que ¡dos días antes! había dicho lo contrario y estaba grabado. Cuando ves estas cosas dudas de si nuestros políticos están dementes, viven en un delirio o nos toman por tontos, o las dos cosas.

De cemento. El caso más orwelliano que han visto mis ojos, y llevamos muchos contemplados, se produjo el otro día cuando el consejero Díez de Revenga, se planta en las vías para dar una rueda de prensa sin ponerse siquiera “colorao”. Y ahí, con toda la cachaza, declara que la plataforma pro soterramiento inició las protestas y el Gobierno regional tomó el testigo para soterrar el AVE. Acojonante. Hay que tener el rostro de cemento armado para decir algo así y ni ponerte rojo. Es decir, la cagaron como nadie y ahora, no sólo lo niegan, sino que sacan pecho diciendo que fueron los garantes de las reivindicaciones de los vecinos. Díez de Revenga ha alumbrado un nuevo concepto que pasará a los anales: orwelliano de cemento armado. Ni en la novela de Orwell se llega tan lejos. El autor británico decía que “quien controla el presente controla el pasado y quien controla el pasado controla el futuro” Eso hizo Revenga, digo desde hoy que aquello no ocurrió para sembrar un futuro en el que repetiremos que el PP trajo el AVE soterrado. Deberían cesarlo desde su propio partido.

  Así es como el partido de Díez de Revenga "tomó el testigo" de los vecinos.

La verdad. Pero esto no es el “Ministerio de la Verdad” así que vamos a recordar lo que pasó en realidad: el Gobierno del PP se empecinó, incomprensiblemente, en condenar a los barrios del sur e ignoró las reivindicaciones de los vecinos, trajo el AVE dando un rodeo de 140km por Alicante y puso a un Gobernador Civil que gastó 2 millones cien mil euros en antidisturbios que estuvieron meses reprimiendo a los vecinos. Gobernador, por cierto, amortizado ya políticamente por lo que hizo. Fue el gobierno que adora Revenga el que destacó agentes armados con fusiles semiautomáticos en las vías, obligando a los críos a acudir al instituto como si vivieran en Beirut, fue ese gobierno el que intentó sancionar a vecinos por “comer pipas desafiantemente” y que provocó situaciones extremas de ridículo en el juicio a “Pepe Gromenauer”, que queda para los anales. ¿Y todo por qué? Hasta ellos sabían que ese empecinamiento les costaba las elecciones. Y siguieron. Confieso que he hecho todo lo posible por averiguarlo, y no lo logré. Conesa, todos lo sabemos, ganó por los votos de las vías, y Miras se salvó por Albert Rivera. Por eso, años después, no podemos conformarnos con que Revenga pretenda cambiar el pasado. Al menos que apechuguen con lo que hicieron, que lo asuman. Y acepten de una vez, que un movimiento vecinal con un hombre honrado, recto, tenaz e insobornable, como Joaquín Contreras les ganó por la mano y se hizo justicia.

 

   Joaquín Contreras un ejemplo para toda la U

Conesa y Saura estuvieron bien, hay que decirlo, pero Joaquín y su gente ganaron contra todo pronóstico y son un ejemplo para toda la UE de lo que el activismo social puede lograr en contra de los intereses siempre mezquinos de los partidos políticos. Ganaron los buenos y perdieron los malos, por una vez. Y puede repetirse.  En política no vale todo y no sé cómo algunos pueden mirarse siquiera al espejo. Mi admiración a Joaquín y a la Plataforma Prosoterramiento será eterna, la vergüenza  que me producen los orwellianos de cemento armado, también.