VIVO EN TIERRA DE NADIE, ¿Y TÚ?

Ésta es una sociedad inmadura desde el punto de vista democrático y copada por una oligarquía dirigente que no deja espacio para la crítica a ninguno de los dos grandes partidos. No es fácil vivir en tierra de nadie. Voté a Zapatero en sus primeras elecciones. Me creí su rollo del talante y pensé que era una suerte de Tony Blair, una izquierda moderada, moderna, que podía llevarnos en volandas al siglo XXI.
Me equivoqué.
Apenas había pasado un mes cuando reparé en que la había cagado: el tipo era flojo, flojísimo, y tener un tipo así como “gran timonel” no había de llevarnos sino al garete.
Acerté.
Desde entonces vivo inmerso en el remordimiento de haber apoyado el ascenso al poder de tamaño personaje donde se hizo fuerte con el BOE, la Fiscalía, un partido de oposición de nivel bajo bajísimo con problemas de liderazgo y corrupción, la ayuda de grandes grupos de comunicación supeustamente de izquierdas con amplio fuego mediático y el apoyo del CNI si hace falta.
Desde aquel momento somos muchos los ciudadanos que, encontrándonos ideológicamente en el centro izquierda, vivimos huérfanos entre las locuras, frivolidades e improvisaciones de nuestro presidente y la inoperancia, salidas de tono y escándalos múltiples del PP.
Somos muchos los que asistimos perplejos al giro que este hombre daba a un partido con 100 años de historia y somos muchos los que tuvimos que acostumbrarnos a vivir en tierra de nadie, que no es fácil.

Nuestros políticos tienen una gran obsesión, diré mejor: dos.

Controlar la Justicia y los medios de comunicación.

Hace tiempo que llevo escribiendo artículos en mi blog: Demasiado perro para escribir un blog, demasiado bocazas para permanecer callado que son también colgados en Vegamediapress, un medio que me ha demostrado su independencia absoluta desde el primer día invitándome a escribir sobre lo que quisiera cuando quisiera. Tengo a gala ser colaborador de medios en principio tan dispares como la cadena COPE, Vegamediapress y la Razón. Y en ninguno de ellos me ponen cortapisas, es más, me ofrecieron la oportunidad de expresarme libremente utilizando sus canales que llegan a mucha genta.
En esta sociedad tan “bonita” que estamos creando cualquier crítica, por nimia que sea es contestada con dureza extrema desde los terminales mediáticos de los dos grandes partidos, que los tienen. Hace tiempo que detecté que cuando hacía una crítica al PSOE ( no sé, del estilo, la Pajín no puede estar en ese puesto) aparecían multitud de internautas- muchos de ellos en horario laboral, curioso- a darme cera por “facha”; mientras que cuando hacía una crítica al PP, o me manifestaba a favor de que los gays adopten, o criticaba a la Monarquía por poner un caso, aparecían multitud de ciudadanos encantados de acusarme de ser simpatizante de la URSS o un rojo cuasi responsablede los curas y monjas fusilados por la República.
De locos. ¿Dónde está el sentido común?

¿De verdad cree esta gente que su partido-sea el que sea- lo hace todo bien?
Afortunadamente son muchos los ciudadanos que, como yo, no están afiliados al PP ni al PSOE y que creen en otro modelo de sociedad menos sectaria y con más participación ciudadana. Gente que me anima y a la que gustan mis artículos porque un columnista “ no debe casarse con nadie”. Yo no me rindo, no me canso.

Es la verdad amigos, tenemos el peor Gobierno de la historia y la más nefasta Oposición que vieron los tiempos. ¿O por qué pensáis que estamos cerca del 20 % de paro y con el 11,2 % de deficit?

A esto nos han llevado: los dos, los demagogos que venden humo con zalamerías y los del ladrillo.

Y lo digo, y no me canso, tiquititqui, no me canso....
Y termino con un apunte por si a alguien, que esté en mi caso, le sirve de algo. Un día mi sobrino me llamó por teléfono y me dijo:
-Jero, ya sé lo que somos.
-¿Cómo?- exclamé perplejo. No sabía de qué coño hablaba.
-Sí, lo que somos. Somos de centro.
-No entiendo.- repuse.
-Sí, coño. Que somos de centro.
Yo le reñí:
-No digas tonterías, Luis, eso del centro es un invento, una filfa….
-No, no.- insistió- Somos de centro. Mira: cuando estamos con gente de izquierdas nos toman por fachas y cuando estamos con gente de derechas piensan que somos rojos.
Me quedé con la boca abierta. El muy cabroncete tenía razón.
Ésa es mi situación y la de muchos españoles, en tierra de nadie.
Si estás con cuatro pseudoprogres y dices que la LOGSE es una mierda (qué gran verdad, hermanos) que el ZP es más flojo que el café de un hotel inglés o que las leyes deberían de ser más duras en asuntos como por ejemplo, robos a viviendas con lesiones, te cascan la etiqueta consiguiente: facha.
Y si estás con gente de derechas y te manifiestas republicano o a favor de las bodas gays no tardan en definirte: rojo.
Conclusión: amigos, a todos los que estéis en mi caso….ánimo. No nos rindamos ante los sectarios, sigamos siendo críticos y saldremos de esta dictadura de los aparatos de los partidos y de sus servidores paniaguados, sectarios sin talento, que defienden la mano que les dar de comer.
Sigo y seguiré….en tierra de nadie. No me dejéis solo.